lunes, junio 27, 2016

charles simic / atardecer de verano





Haciendo tiempo bajo un árbol, mientras charlaba con un pájaro
al que podía oír pero que nunca vi
y se hacía de noche y unas pocas casitas
se iluminaban a lo largo de la calle
sorprendiendo a un gato con algo entre los dientes.

En la manzana de al lado había una agencia de viajes
con un cartel de Venecia en el escaparate
que estudié con cuidado para determinar
si los barcos del Gran Canal
estaban algo más cerca de su destino.

Detrás de los raíles cubiertos de maleza
había una pequeña feria pobremente alumbrada
con un tiovivo, una barraca de tiro al blanco
y una joven pareja probando suerte
con un rifle y una hilera de patos,

mientras pasaba de largo y pensaba: tarde o temprano
encontraré el camino a casa, solo o en compañía
de un amigo real o imaginario
que golpea la acerca con su blanco bastón
o reparte comida china por el barrio.


Trad. J.D.
 

jueves, junio 16, 2016

replansky / bis





Por si alguien no llegó a él en su día, la revista Letras Libres ha incluido mi versión del poema de Naomi Replansky en su número de junio. Se puede leer pinchando en la imagen.

sábado, junio 11, 2016

rafael cadenas en casa de américa





Hace casi dos semanas –en concreto, el pasado lunes 30 de mayo– tuve el honor de participar en el homenaje que Casa de América tributó en Madrid al poeta venezolano Rafael Cadenas, todo un ejemplo moral y literario en estos tiempos de zozobra que vive su país. Había mucho que celebrar: no solo la publicación de su nuevo libro En torno a Basho y otros asuntos (Editorial Pre-Textos), sino también el XII Premio Federico García Lorca de poesía que pocos días antes le había sido entregado en Granada.

La velada, en la que también participaron los escritores y críticos Marina Gasparini, Antonio López Ortega, Manuel Rico y Álvaro Valverde, fue conmovedora y se cerró con una breve pero certera lectura del poeta. Lo cuenta el propio Álvaro con detalle en una crónica impecable, como todo lo suyo.

Ahora el periódico digital Prodavinci, que ha seguido de cerca la visita española de Cadenas, ha tenido la gentileza de publicar el texto de mi intervención. Se titula «Rafael Cadenas: contención y reticencia» y se puede leer aquí.

martes, junio 07, 2016

ángel crespo / la voluntad de perdurar






Está a punto de llegar a las librerías el último título de la colección Voces sin tiempo, publicada desde Badajoz por la Fundación Ortega Muñoz. Después de los libros de Mario Luzi, Philippe Jaccottet y Marià Manent, le toca el turno ahora a una selección de la obra primera de Ángel Crespo (1926-1995).

La antología se titula La voluntad de perdurar. Poemas 1949-1964 y es una muestra de los poemas que Crespo dedicó al paisaje rural de su infancia y juventud en Ciudad Real. Como explico en la nota a la edición, «mi propósito ha sido el de ofrecer un libro de nueva planta, en el que poemas escritos a lo largo de quince años y pertenecientes a distintos conjuntos temáticos o temporales puedan dialogar ante el lector (es decir, con él) en un marco propicio».

El libro se ha hecho esperar un poco más de la cuenta, pero creo que en este caso la tardanza ha obrado en beneficio del resultado final: me ha permitido madurar mi selección y entender un poco mejor el horizonte de trabajo de ese primer Crespo. Son poemas de una intensidad verbal y una finura de pensamiento verdaderamente excepcionales, y más si nos situamos de nuevo en la época en que fueron escritos. Como Claudio Rodríguez, Crespo bebe de la mejor tradición simbolista para volcarse en una interrogación obsesiva del libro del mundo, esos signos terrestres que educaron su sensibilidad y su imaginación.

El año pasado celebramos el veinte aniversario de la muerte de Ángel Crespo con una profusión de actos y homenajes públicos en su recuerdo. Pero el mejor homenaje que podemos hacer a un poeta es leerlo. Y la pretensión de La voluntad de perdurar, desde su título mismo, es justamente esa: que los poemas de Crespo sigan vivos en nuestra lectura, que perduren en la memoria íntima de cada cual. Lo dijo él mismo en el poema que da título a esta antología:


La voluntad de perdurar
de todo lo que es frágil
canta en la avena loca, en las avenas
en cultos surcos, de amarillo armadas,
y canta en estos versos
que bajo el sol despegan,
se alzan –llegan ya al sol–
y abatidos, quemados, mis propios labios hieren.